Por lo general, cuando se habla de técnicas de estudio, no pensamos en los adultos, parece estar implícito que estas van dirigidas a alumnado en etapa escolar.

Sin embargo, se nos olvida que ¡los adultos también estudian!

Y, del mismo modo que los profesionales intervienen de manera específica para alumnado con circunstancias o características concretas y diferenciadoras (TDAH, dislexia, alumnado en riesgo social…) el adulto es una población distinta y, por tanto, la intervención en técnicas de estudio deberá ser especializada.

¿Todos los adultos son iguales?

También, dentro de este gran grupo que son los adultos, cabe especificar que las circunstancias personales son bien distintas, y estas deberán ser tenidas en cuenta a la hora de trabajar con estas personas:

  • Nivel de estudios actual de la persona. Una persona que obtuvo la ESO hace años y lleva sin estudiar desde entonces necesitará una intervención distinta que una persona adulta que tenga estudios medios o superiores.
  • Tipo de estudios que estén llevando a cabo. Si estudia para enseñanza media, FP, Universidad u oposiciones. No solo el nivel de estudios sino la temática concreta determinarán las estrategias de organización y técnicas de estudio a utilizar.
  • Cuánto tiempo lleva sin estudiar. El tiempo que ha pasado la persona sin desarrollar su potencial capacidad de estudio será determinante a la hora de retomar estas tareas.
  • Circunstancias más específicas y personales del adulto en cuestión: nivel de lectoescritura, capacidad y/o potencial, recursos, tiempo disponible…

Denominador común: las tareas diarias

Para empezar, las circunstancias del alumnado adulto se diferencian principalmente de las del infante, joven o adolescente, en la necesidad de dedicar tiempo diario a tareas laborales, familiares u otras tareas personales derivadas de la responsabilidad de la vida adulta. Tareas que, por lo general, el alumnado más joven no tiene.

Este es el punto del que se ha de partir siempre ya que probablemente sea la principal preocupación de la persona adulta: sacar tiempo para todo.

¿Cuánto tiempo lleva sin estudiar?

Otro punto a tener muy en cuenta. Y es que, en muchas ocasiones, la persona adulta que decide estudiar de nuevo después de muchos años se encuentra con que sus habilidades memorísticas y/o académicas están «atrofiadas», es decir, cuesta más que antes.

Como cuando los peques se tiran 3 meses de verano sin estudiar y les cuesta ponerse de nuevo en Septiembre. Pero a lo grande.

Como todo en la vida, si no se hace uso de ello puede acabar deteriorándose. Lo cual no significa que no se pueda llegar a memorizar o a estudiar igual que antes. Hoy en día, sabemos que la plasticidad cerebral está presente durante toda la vida y es posible, con entrenamiento, potenciar capacidades y habilidades que creíamos dormidas.

Ahora sí, hay que tener paciencia.

¿Qué preocupa a los adultos?

En un estudio sobre técnicas de estudio en adultos del año 2001, en el cual se valoró qué preocupaba más a alumnado de acceso a la universidad para mayores de 25 años, se obtuvo que los aspectos que más preocupaban a los estudiantes adultos, por orden eran los siguientes:

  • Organización del estudio y aprovechamiento del tiempo (50% de la varianza)
  • Afrontamiento del estudio (hábitos y técnicas concretas)
  • Distraibilidad (dificultades de atención durante la tarea)
  • Motivación
  • Autoafianzamiento (comprobación)
  • Interés por la tarea
  • Seguridad (repaso)
Factores del estudio que preocupan a la población adulta de la muestra del estudio de Mateos Claros, F. (2001).

En línea con lo que comentaba al principio acerca de las tareas diarias, está claro que la organización y planificación del tiempo es la mayor de las preocupaciones para estas personas a la hora de retomar los estudios después de un tiempo.

El interés está en compatibilizar el estudio con las tareas diarias de tal forma que el poco o mucho tiempo que se dedique a estudiar resulte altamente efectivo, es decir, que sea tiempo aprovechado.

Algunos consejos

Para trabajar técnicas de estudio con alumnado adulto será importante:

  • Evaluar la historia previa. Saber de qué punto parte, cuales son sus fortalezas para saber «dónde se quedo» y crear un itinerario a largo plazo para retomar las habilidades necesarias.
  • Valorar las circunstancias actuales: tiempo disponible, circunstancias personales… para adaptar la organización y planificación completamente a las necesidades de la persona
  • Entrenar las habilidades. Si se lleva mucho tiempo sin hacer deporte no podemos pretender coger 100kg el primer día. Aquí es igual. Para conseguir los resultados deseados y no rendirnos por el camino, hay que ir poco a poco y con paciencia.

Si eres estudiante adulto y necesitas potenciar tus técnicas de estudio pásate por aquí o pide información, estaré encantada de ayudarte.

Fuentes

Mateos Claros, F. (2001). Estudio sobre las técnicas de estudio en los adultos. Revista Eúphoros, 3, 133-146.