Las técnicas de estudio en primaria deberían ser de obligada enseñanza dentro del currículo. Hay quien pueda pensar que, como son peques y aún no tienen muchos exámenes, no es necesario.
¿Seguro que no es necesario?
¿Es mejor que lleguen a secundaria sin saber planificarse y se les exija un nivel de trabajo al que no están acostumbrados?
Creo que es más que obvio que SÍ es necesario y que no podemos pretender que empiecen 1º de la ESO sabiendo organizarse perfectamente y nos sorprendamos si suspenden unas cuantas asignaturas.
Imagina que, de la noche a la mañana, te piden que cojas un coche sin haber dado ni una sola clase de conducir. Puede que sepas hacerlo, pero es altamente probable que te estrelles. Si al menos has dado alguna clase, puede que sea más fácil. Y ya, si has dado varias clases y tienes el carnet, mejor que mejor. Aún así, no será fácil conducir por primera vez después de haber aprobado, porque esto ya es la vida real y no hay un profesor a tu lado guiándote. Pero ya has dado clases y tienes las herramientas, puede que te estrelles (ojalá que no) pero es mucho menos probable que si no has cogido un coche en tu vida ¿no crees?
Quizá parezca un ejemplo un poco exagerado, pero me parece bastante descriptivo. Pretender que un alumno al que nunca han enseñado a planificarse en la etapa primaria llegue a la ESO sabiendo hacerlo es como pretender que alguien coja un coche sin haber conducido nunca en su vida.
Por otra parte, hay quienes puedan pensar que «es demasiado pronto».
Trabajar las técnicas de estudio en primaria no implica obligarles a estudiar o memorizar, no implica darles más trabajo del que ya tienen. Se trata de darles herramientas. Herramientas de planificación que les servirán ahora y, sobre todo, en el futuro.
¿No será más fácil que empecemos cuanto antes?
Si ya tienen las herramientas, cuando llegue el momento de necesitarlas SÍ O SÍ (que llegará) les resultará mucho más fácil y no será un choque tan grande.
Por todo esto y la importancia que para mí (y seguro que para ti también) tienen las técnicas de estudio en la vida académica (presente y futura) te traigo 7 consejos a tener en cuenta para empezar a trabajar técnicas de estudio en primaria.
1. Empezar por planificación diaria (no semanal)
Esto es lo principal.
Entre las herramientas de planificación, la planificación semanal es bien conocida ¿Quién no ha tenido un planificador semanal en casa?
Sin embargo, en la etapa primaria puede que no sea lo más adecuado, al menos para empezar.
¿Por qué?
Por un lado, como con todo en la vida, si empezamos con pasitos pequeños mejor que mejor. Empezar a planificar una tarde de estudio es mucho más fácil que planificar una semana entera (evidentemente).
Por otro lado, dado que en esta etapa la carga lectiva suele ser menor, habrá días en los que no tenga nada que hacer.
¿Si no tengo tareas es necesario que me planifique?
Por una parte, en ocasiones se recomienda que, en caso de no tener nada para el día siguiente o exámenes cercanos «se vaya adelantando» leyendo lo dado en clase, para que les suene cuando llegue el momento de estudiar. Esto no es mala idea pero, personalmente, no lo veo necesario en esta etapa. Sobre todo si se convierte en una obligación y le va a desmotivar demasiado.
Dado que en el colegio ya están bastantes horas «trabajando», sinceramente, no lo veo necesario a no ser, por supuesto, que haya un interés del alumno/a por seguir aprendiendo, curiosear, leer… Tomarse una tarde libre es necesario de vez en cuando, sin culpa, sin exigencias… (y esta última frase vale para todas las edades).
Por otra parte, en ocasiones se tiende a hacer una planificación genérica y fija❌ (como un horario) en el que cada día se estudia una asignatura. Por ejemplo, los lunes 30 minutos de matemáticas, los martes 30 minutos de lengua…
La realidad es que cada día tiene unas necesidades diferentes y cada lunes, o cada martes, aunque podemos tener los mismos horarios, es muy probable que no se tengan las mismas tareas.
Es por ello que planificar de manera diaria es la mejor opción para empezar.

2. Uso de la agenda y horario de tardes (que no el horario escolar)
Hacer la planificación diaria debe ser el primer paso antes de ponernos a hacer tareas sin ton ni son.
Y para hacer esta planificación diaria necesitamos revisar dos cosas:
- La agenda: para saber qué tareas tenemos ese día
- El horario de tardes: diferente al horario escolar
- El calendario (que lo veremos en el punto 6)
¿Por qué un horario de tardes?
Para planificar el tiempo de estudio necesitamos saber qué tiempo tenemos esa tarde: si tenemos inglés, si tenemos baile… Conocer nuestros horarios. Por eso, a parte del horario escolar, tener un horario de tardes fijo y colgado en una pared cercana (junto con el calendario).
Junto con la revisión de la agenda en la que anotamos las tareas a realizar, nos ayudará a elaborar una planificación diaria ajustada a esa tarde en concreto.
Sería el primer paso antes de ponerse a hacer los deberes, como ya puse en un post anterior uno de los tres pilares fundamentales de la planificación es la organización previa o anticipación.

3. Reducir el tiempo de estudio
Muchas veces nos encontramos con el problema de que se tiran mucho tiempo «estudiando», es decir, mucho tiempo sentados o dentro de la habitación, lo que deja poco tiempo para el ocio.
Ya lo he dicho más veces pero no siempre más es mejor y estar más tiempo haciendo como que estudian no tiene por qué significar que ese tiempo haya sido aprovechado.
Otras veces el ocio se mezcla con el estudio dando grandes descansos de una media hora, entrando y saliendo de la habitación constantemente, de manera que, al final del día, parece que el estudio ha durado toda la tarde y llegan las 8 de la tarde y aún hay cosas por hacer.
Pues bien, no es necesario estar largas horas y, no solo eso, sino que además es bastante tedioso. en estas etapas. Cuanto antes terminemos de estudiar/hacer deberes, más tiempo habrá para el ocio. Y para ello hay que hacer varias cosas:
- Empezar cuanto antes mejor. Lo ideal es hacer las tareas según llegan (si se puede). Si nos dan las 7 de la tarde y aún hay cosas que hacer vamos a acabar el día mal (probablemente).
- Planificar las tareas previamente.
- Planificar y controlar el tiempo de estudio
Para este último punto (y no por ello menos importante) recomiendo muchísimo empezar utilizando el método pomodoro para cambiar el chip de estar 1 hora «estudiando» a estar 25 minutos. Una vez se haya probado, podrá adaptarse el tiempo e ir alargándolo progresivamente si 25 minutos es muy poco.
4. Ordenar las tareas según la dificultad
Hay quienes la llaman la técnica del semáforo 🚦
- VERDE fácil
- NARANJA dificultad intermedia
- ROJO difícil
El orden más recomendable es el siguiente:
- Empezar por la tarea de nivel intermedio a modo de calentamiento
- Una vez hemos calentado, para aprovechar el pico de mayor productividad, continuamos con la tarea más difícil
- Por último, terminamos con la más fácil para dejar buen sabor de boca y, sobre todo, por si la actividad del medio se alarga y se nos hace más tarde, de este modo no resultarán tan tediosos los últimos minutos
Será fundamental que al mirar la agenda para elaborar la planificación diaria, se tenga en cuenta la dificultad de las tareas para establecer el orden más óptimo.
5. Descansos activos
Aunque en este post ya hablamos de los descansos, es necesario recordar que, para un mejor aprovechamiento del tiempo, es necesario que haya descansos y que tengan unas características concretas:
- Proporcionales al tiempo de estudio (ni muy largos ni demasiado cortos)
- Deben ser descansos activos e incluir movimiento del cuerpo, estiramientos etc…
- Evitar las pantallas (TV, móvil, tablet…)
6. Apuntar examenes y trabajos en calendario
Dentro de las herramientas de planificación, el calendario cobra especial importancia para las tareas a largo plazo.
Al igual que el horario semanal fijo (horario de tardes) es fundamental que empiecen a familiarizarse con el uso del calendario de exámenes y que tengan este en cuenta a la hora de realizar la planificación diaria en época de exámenes y trabajos que, aunque en esta etapa parezca que no lo necesiten tanto, nunca está de más y sirve como un entrenamiento para la etapa secundaria en la que sí o sí será necesario.
7. Trabajar la lectura comprensiva
¿Qué tiene que ver el tiempo de estudio con la lectura?
FÁCIL.
En un post reciente de lectura comprensiva expliqué como la lectura es el paso principal durante el estudio y al mismo tiempo lo que más facilita la posterior memorización (que es lo que se suele pedir, guste o no).
Cuanto más desarrollada esté la lectura comprensiva, menos tiempo dedicaremos a sufrir un texto e intentar metérnoslo en la cabeza.
Por muchos esquemas que hagamos no sirve de nada si no sabemos leer.
La planificación diaria, por un lado, y la práctica de técnicas de estudio como la lectura comprensiva o los esquemas por otro, son la combinación perfecta para un mejor aprovechamiento del tiempo de estudio.
Espero que te haya resultado interesante, no olvides comentar cualquier duda 😊