¿Sabes que son los neuromitos? ¿Alguna vez has escuchado algo sobre el funcionamiento del cerebro como «solo utilizamos el 10% del cerebro» o «cada hemisferio cerebral tiene una personalidad»?

¿Has dado por que es cierto?

Hoy os traigo un post especial de un tema del que ya hablé en mi cuenta de Instagram y del que me gustaría hablar más en profundidad: LOS NEUROMITOS (a.k.a. falsas creencias sobre el funcionamiento del cerebro).

Te contaré:

  • QUÉ SON los neuromitos
  • 3 NEUROMITOS sobre el aprendizaje (más 2 de regalo)
  • CÓMO afectan al ámbito educativo
  • QUÉ HACER o cómo actuar ante estas falsas creencias

¿QUÉ ES UN NEUROMITO?

Se trata de falsas creencias o malentendidos acerca del funcionamiento del desarrollo cerebral (neurociencia).

Por ejemplo, quizá hayas escuchado alguna vez,

«cada hemisferio cerebral tiene una personalidad distinta».

¡Es falso!

Y, ¿por qué la gente lo toma por verdadero?

¿Has escuchado alguna vez aquello de «una mentira dicha muchas veces se convierte en una verdad»?

Pues justo eso.

De tanto escucharlo y repetirlo nos lo hemos creído.

NEUROMITOS DEL APRENDIZAJE

Dada la repercusión de la neurociencia en los conocimientos sobre cómo el cerebro aprende, su implicación en el ámbito educativo es grande.

Aspectos básicos de la neurociencia como la psicobiología del lenguaje, el funcionamiento del cerebro en determinados trastornos como el TDAH o el desarrollo de las funciones ejecutivas, son tenidos en cuenta por los profesionales de la educación en la práctica del día a día.

Es por ello que los neuromitos toman especial relevancia en el ámbito educativo.

¿Quieres conocer los neuromitos más extendidos sobre el aprendizaje que pueden interferir en la práctica educativa?

Atención porque te explico.

«Solo utilizamos el 10% de nuestro cerebro»

ES FALSO ❌

EN REALIDAD…

  • Ningún área cerebral se encuentra completamente inactiva en ningún momento (ni siquiera durante el sueño)
  • Algunas actividades pueden implicar mayor activación cerebral de zonas o circuitos neuronales concretos, pero ello no implica que el resto de áreas se encuentren inactivas

«Los aprendizajes importantes para la vida deben darse antes de los 3 años de edad»

ES FALSO ❌

Este neuromito es el que implica la existencia del denominado «Período crítico del aprendizaje»

EN REALIDAD…

  • Durante los primeros años el ser humano aprende a un ritmo mucho más rápido (la sinaptogénesis y la neurogénesis son más intensas)
  • Sin embargo, no es cierta la idea de que, si no se dan ciertos aprendizajes a esa edad, la pérdida es irreversible
  • Un ejemplo es la LECTURA: se puede aprender a leer a cualquier edad, aunque el aprendizaje sea más lento

CONCLUSIÓN: será más correcto hablar de período sensible del aprendizaje que de período crítico.

«Tenemos diferente personalidad según el hemisferio cerebral predominante»

ES FALSO ❌

Esta me encanta porque adopta diferentes formas:

  • «Cada hemisferio cerebral tiene una personalidad»
  • «El hemisferio derecho y el izquierdo tienen funciones muy diferenciadas»

EN REALIDAD…

  • Algunas actividades suponen mayor actividad de ciertas áreas. Ejemplo: áreas de Broca y Wernicke (hemisferio izquierdo) y su implicación en la escritura
  • Sin embargo, independientemente de la actividad, la comunicación e interconexión entre diferentes áreas (independientemente de el hemisferio cerebral en que se ubiquen) son la base del procesamiento de la información

Por lo tanto, no se podría concluir que estrategias educativas basadas en esta distinción impliquen una mejora significativa del aprendizaje.

Otros más controvertidos

Más allá de los neuromitos basados en frases repetidas una y otra vez que terminamos tomando como verdaderas, hay ciertas teorías educativas sobre el aprendizaje que son controvertidas entre la comunidad científica y educativa.

¿Qué quiere decir que son controvertidas?

Que hay quienes las toman por verdaderas y hay quienes creen que no tienen suficiente respaldo científico, es decir, que no están científicamente demostradas.

Entre estas teorías controvertidas podemos destacar dos:

  • Los estilos preferentes de aprendizaje VAK (visual, auditivo y kinestésico)
  • Teoría de las inteligencias múltiples

Respecto a la primera, mientras quienes están a favor defienden que las personas tienen un estilo de aprendizaje predominante (visual, auditivo y kinestésico), quienes están en contra determinan que, dado que todas las áreas cerebrales están interconectadas, no sería correcto tomar esto como premisa y centrar el aprendizaje en una sola de las tres.

En cuanto a las inteligencias múltiples, mientras que los que se postulan en contra afirman que no hay suficientes evidencias y que sería más correcto hablar de habilidades o capacidades y no de inteligencias, hay quienes defienden esta teoría por los efectos positivos que aporta en la práctica educativa.

Este tema, sobre todo el de las inteligencias múltiples da para un post específico (que haré más adelante).

Como ves, mientras que con algunos neuromitos es más fácil decir si la premisa es verdadera o falsa (cuando existen los conocimientos suficientes y sabemos contrastar la información) con algunos tenas hay muchos matices que deben tenerse en cuenta y decidir entre verdadero o falso, no es tan fácil (y a veces tampoco es necesario, no todo tiene que ser blanco o negro).

¿CÓMO AFECTAN LOS NEUROMITOS AL ÁMBITO EDUCATIVO?

¿Por qué se producen estas falsas creencias?

En realidad, son varios los motivos que, en conjunto, fomentan estas falsas creencias del neurodesarrollo:

  • En ocasiones generados por la propia ciencia que, según avanza, encuentra nuevas respuestas a sus preguntas.
  • Resultados de estudios científicos que se llevan a lo simplista o genérico y pueden malinterpretarse.
  • Y, de ahí, al boca a boca comienza a extenderse una falsa creencia entre la gente porque parece que cuanto más se repite algo o cuanta más gente lo comenta más nos lo creemos.

Hoy sabemos que el cerebro es mucho más complejo y que cada proceso o tarea que hacemos se encuentran implicadas una serie de redes neurales e interconexiones entre diferentes áreas cerebrales.

¿Cómo afectan los neuromitos a los profesionales de la educación?

En un estudio interesante en el cual se recogió información de un total de 242 profesores de Alemania y Reino Unido, se les pasó un listado de 32 ítems (15 de ellos neuromitos o falsas creencias) en el cual tenían que marcar si era verdadero o falso.

Los resultados:

  • Se creyeron el 42% de los neuromitos, a pesar de que tenían buenos conocimientos del cerebro humano
  • Los profesores con mayor interés y conocimiento en la neurociencia, el cerebro y su funcionamiento fueron más susceptibles a creerse estos neuromitos (😱 increíble pero cierto). Encontraron más dificultades para diferenciar entre ciencia y pseudociencia)
  • Quienes leían revistas científicas eran menos propensos a estas creencias.

Y probablemente te preguntes ¿Cómo es posible que quienes tenían mayor conocimiento o interés fuesen quienes más se creyeron estos neuromitos?

Muy sencillo: el hecho de tener más interés sin llegar a ser expertos hace que sea más complicado diferenciar entre ciencia y pseudociencia (información correcta de incorrecta).

Vamos que, creemos saber, pero no sabemos.

Al tener mayor interés, buscarás más información (obvio). Pero, si las fuentes (es decir, los lugares donde buscas la información) no son fiables, puedes estar tomando por verdadera información que es falsa o que no es del todo cierta.

¿Cómo influye esto en el ámbito educativo?

Pueden llevar a los profesionales a:

  • Malas prácticas educativas
  • Dejar a un lado prácticas que sí funcionan por otras que no tienen fundamento
  • Desinformación a las familias

Desde aplicar mal una técnica o estrategia educativa hasta comunicar a las familias información falsa o no comprobada (como, por ejemplo, decirle a una familia que su hijo/a tiene un TDAH porque hemos leído lo que es, pero no hemos comprobado si la información que tenemos es verdadera o falsa).

CÓMO EVITAR CAER EN LAS FALSAS CREENCIAS

Los/las profesionales tenemos una gran responsabilidad en esto. Lo primero de todo es ser cautos y tener cuidado con la desinformación. Si vamos a difundir información falsa directamente es mejor no informar, al menos hasta que estemos seguros y seguras de lo que vamos a decir, especialmente cuando se trata de familias.

¿Cómo diferenciar entre ciencia y pseudociencia?:

  • Actitud crítica: no tomar todo como verdadero y estar dispuestos a debatir y a aceptar que quizá estemos equivocados
  • Investigación previa: recoger información de fuentes fiables (no es lo mismo ver un video en Youtube de alguien que no es profesional o que habla de su experiencia personal, a leer un artículo de una revista científica)
  • Contrastar la información: ver diversas fuentes y comparar
  • Transmitir la información como información y no como verdad absoluta. No es lo mismo decir «existe un período crítico del aprendizaje, tu hijo a partir de los 3 años ya no puede aprender más» que decir «algunos profesionales pensaban que existía un período crítico del aprendizaje pero otros estudios determinan que se trata de un período sensible». Es decir, explicar en qué consiste la teoría o cuál es la información que se tiene ahora.

En definitiva, la intercomunicación entre neurociencia y educación se hace cada vez más necesaria para que la educación sea cada vez mejor y que los profesionales estén cada vez más (Y MEJOR) formados.

Fuentes

Dekker, Sanne, Nikki C. Lee, Paul Howard-Jones e Jelle Jolles. (2012). Neuromyths in education: Prevalence and predictors of misconceptions among teachers. Frontiers in Psychology. Education in Psychology (consultado el 15 de junio de 2021).

Pallarés-Domínguez, D. (2016). Neuroeducación en diálogo: neuromitos en el proceso de enseñanza-aprendizaje y en la educación moral. Pensamiento. Revista de Investigación e Información Filosófica, 72 (273 Extra), 941-958. https://doi.org/10.14422/pen.v72.i273.y2016.010

Zuluaga Gómez, J. A. (2018). Neurociencias y Educación. RELAdEI. Revista Latinoamericana de Educación Infantil, 7(1), 17-34. Recuperado de https://revistas.usc.gal/index.php/reladei/article/view/5256

Andrés, M. L., Juric, L. C., & Richards, M. M. (2016). ¿Cómo podemos transformar nuestras escuelas? Estrategias para fomentar la autorregulación en la escuela primaria. Universidad Nacional de Mar del Plata, Argentina. Recuperado de https://www.researchgate.net/publication/311581343

Pallarés-Domínguez, D. (2021). La reflexión crítica sobre los neuromitos en la educación. Teoría de la Educación. Revista Interuniversitaria, 33(2), 87-106. https://doi.org/10.14201/teri.25288

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