Este último año hemos tenido que adaptarnos a nuevas modalidades de enseñanza y de trabajo a marchas forzadas, y nos ha tocado estar toda la familia, o parte de ella, en casa trabajando y estudiando, COMPARTIENDO UN MISMO ESPACIO.
Cierres perimetrales, toque de queda, restricciones, confinamientos preventivos debido a casos positivos en los entornos escolares y/o laborales… y, con ello, momentos tensos, estrés, disputas, malos entendidos…
¿Quién dijo que convivir fuese fácil? En ocasiones no lo es, y mucho menos en este momento.
Si convives con más personas, con tus padres, con tus hijos y te identificas con esta situación, NO DEJES DE LEER.
Esta “nueva normalidad” que nos está tocando vivir va a estar entre nosotros por mucho tiempo… Así que no nos queda más remedio que afrontarla de la mejor manera posible, CAMBIAR EL CHIP y adaptarnos a esta nueva situación.
El espacio de estudio es una parte muy importante (diría que fundamental) a tener en cuenta en lo que a hábitos de estudio se refiere.
Sin embargo, en ocasiones, no es posible tener un espacio propio, especialmente si sois muchos en casa y no hay suficientes habitaciones individuales.
A veces se hace lo que se puede, lo sé.
Por eso, para facilitarte la tarea, te traigo 5 TIPS para organizarte en casa respetando los espacios, horarios y tareas de cada familiar.
1. Conocer los horarios de trabajo/estudio de cada familiar.
¿Para qué? Te preguntarás…
Quizá te pase que estés teletrabajando o estudiando y te interrumpan para preguntarte “dónde está esto”… “dónde está aquello”… “¿quieres cenar?”… Y no eres capaz de estar más de 20 minutos seguidos concentrado…
Lo sé… me ha pasado… ¡es desesperante!
Así que, lo primero, respira profundo antes de contestar (IMPORTANTE), no queremos acabar discutiendo.
¿CÓMO REMEDIAR ESTO?
Pues bien, si todos los miembros de la familia, incluídos los peques o adolescentes, compartís vuestro horario de estudio (o trabajo) tendréis claro qué hace cada cual, a qué hora y CUÁNDO NO SE PUEDE INTERRUMPIR y, por lo tanto, será más fácil respetar el horario de los demás evitando distracciones.
Esto vale tanto si compartes espacio en una misma sala como si no:
- Si compartes una misma sala, será necesario evitar ruidos molestos, televisiones o música encendidas cuando alguien está trabajando, estudiando o haciendo deberes. En este caso, será interesante colgar en la sala el horario que tiene la persona que trabaja en ella, concretando en qué momentos es importante NO MOLESTAR.
- Si estás en una sala individual, puedes colgar el horario en la puerta con el mismo objetivo, marcando los momentos en los que es más importante que respeten tu espacio de trabajo o de estudio.
En este ejemplo, podemos ver, que algunas tareas más llevaderas, no están marcadas como importantes ya que una interrupción en la misma, aunque deberá evitarse igualmente, no supondrá tanto problema como la interrupción del estudio de un examen importante o de una reunión online con el equipo de trabajo.
2. Respetar a los demás evitando distracciones.
Es importante que cada miembro de la familia se sienta respetado en su espacio y que se le moleste lo menos posible durante su actividad escolar o laboral.
De nada sirve que se cuelguen todos los horarios si no se toman en serio y no son respetados… Y, por supuesto, si no respetas los horarios de los demás, no puedes esperar que respeten el tuyo.
Favorecer un ambiente tranquilo cuando otro esté trabajando o estudiando es una muestra de RESPETO por la otra persona y con ello se evitarán posibles conflictos familiares innecesarios.
¿Cómo puedes hacerlo?
- Bajando el volumen de la televisión o apagándola y dedicarnos a otras actividades más silenciosas
- Hablando más bajo
- Escuchando música con los cascos en lugar de en alto
- Ir a otra sala para no molestar (si se puede)
- …
También puedes tomar ese momento para aprovechar a hacer otras tareas que tengas pendientes como cocinar o limpiar la casa (evitando aspiradoras o batidoras ruidosas POR FAVOR…), leer ese libro que tenemos a medias, aprovechar para hacer nuestras propias tareas escolares o laborales a la misma hora…
Cualquier otra actividad que NO suponga una DISTRACCIÓN para la persona que está trabajando o estudiando.
3. Comunicar y empatizar.
En relación con lo anterior, será fundamental que te COMUNIQUES de manera asertiva, con respeto y total confianza: “por favor haced menos ruido” o “necesito silencio para concentrarme”.
Para esto será importante haber completado el primer punto y el segundo, lo cual facilitará mucho la comunicación: si conocemos los horarios de unos y otros podremos anticipar y adaptarnos a los mismos. Ya sabemos cuando podemos ver la televisión y cuando es mejor apagarla y hacer otras cosas.
Aún así, puede que en algún momento algún familiar te moleste o te distraiga en tu momento de máxima concentración y te pongas de los nervios…
RESPIRA, ESCUCHA y COMUNÍCATE.
Recuérdale a esa persona tu horario, cómo funciona y por qué no debía haberte interrumpido en ese momento. Pero sobre todo MANTÉN LA CALMA.
Sé que este último punto a veces es difícil. Puede que cargues contra esa persona que, lo más probable, es que te haya interrumpido sin mala intención.
Si te molesta que tenga música en alto o esté haciendo ruido DÍSELO, EXPLÍCATE… Como digo, quizá no se esté dando cuenta y su intención no sea la de interrumpirte, por mucho que te esté molestando.
Si entra a tu cuarto para decirte algo puede que tu primer impulso sea gritar, hablarle mal o enfadarte…
De nuevo: RESPIRA. Espera a que te diga lo que te tiene que decir y, si lo crees necesario, comunícale que la próxima vez mire bien tu horario y no te interrumpa en ese momento si no es algo MUY IMPORTANTE.
La convivencia a veces se hace difícil, así que: aceptación, comprensión y MUCHA EMPATÍA.
No queda otra…
4. Organización antes y durante.
Este punto, no solo será útil, sino que siempre es NECESARIO.
Trabajar toda la familia o dos (o más) miembros en una misma sala puede ser muy caótico si no se organiza bien.
- ANTES de ponernos “a tope”, será importante ordenar la sala, la mesa, las sillas, delimitar el espacio de unos y otros y ordenar y preparar el material que se va a necesitar durante el tiempo de trabajo o estudio.
Si el lugar de estudio es compartido, será beneficioso, como he dicho, DELIMITAR el espacio que va a utilizar cada uno y tratar de no invadir el de la otra persona.
- DURANTE el estudio, sobre todo si el espacio es compartido, será importante mantener este orden inicial para:
- Intentar que no se mezclen las cosas de unos y otros
- Poder encontrar el material cuando lo necesitemos sin tener que removerlo todo
- EVITAR pérdidas de documentos importantes
5. Colaborar mutuamente y ofrecer apoyo familiar.
¿Qué tal si ayudas al familiar que está trabajando o estudiando?
Puedes llevarle un vasito de agua, unos frutos secos para calmar el apetito, hacerle su cena favorita, dejarle un mensaje motivador en la mesa…
Trabajar desde casa y estudiar puede ser muy duro a veces y, aunque no nos demos cuenta, el APOYO FAMILIAR es muy necesario y beneficioso en los momentos más difíciles.
Cada pequeño acto de amor cuenta, piensa qué puedes hacer por esa persona, cómo puedes hacer que su estudio o trabajo sea más llevadero y quizá esa persona haga lo mismo por tí mañana.
También hablar con tus familiares en los descansos puede ayudarte a desconectar y retomar después con más fuerza.
Y como reflexión final…
Sé que puede parecer todo un poco utópico para muchos, diréis: “Sí Sandra, muy bonito lo pintas todo pero ¡en esta casa IMPOSIBLE!”.
Cada situación es diferente, cada familia y cada persona es un mundo, a veces cuesta más y otras veces solo es cuestión de perspectiva.
Pero, sobre todo, es cuestión de estar dispuestos al cambio, a la mejora: ¡HAY QUE INTENTARLO!, de lo contrario, nunca podrás decir que en tu casa no funciona… porque no lo sabrás.
Evidentemente, no va a salir todo bien de la noche a la mañana, pero si la situación es caótica en casa no pierdes absolutamente nada por intentarlo. Es cuestión de ensayo-error, ir viendo cómo funciona, qué modificaciones hay que hacer y como todo… es cuestión de HÁBITOS. Y los hábitos no se instauran de un día para otro.
Por eso te animo a que lo intentéis en casa, que las cosas pueden ir a mejor, que para mejorar las situaciones es necesario a veces reorganizar, darle una vuelta a tus costumbres y cambiarlas, siempre que sea para bien.