¿Puede afectar el efecto Pigmalión o las expectativas del profesorado al desarrollo (o no) de las altas capacidades?
Si trabajas en el ámbito educativo seguro que has escuchado hablar alguna vez del famoso efecto Pigmalión. Si no es así no te preocupes, hoy te explicaré:
- En qué consiste el efecto Pigmalión
- De qué manera la autopercepción de las capacidades determina la elección del futuro profesional
- Cómo puede influir el efecto Pigmalión en la autopercepción del alumnado con altas capacidades
Si no leíste mi primer post sobre altas capacidades: 6 mitos populares, puedes echarle un vistazo.
1. El efecto Pigmalión
El denominado Efecto Pigmalión, acuñado como tal por Rosenthal y Jacobson en 1968, hace referencia a las expectativas que profesorado y familia tienen del alumnado y cómo influyen (positiva o negativamente) en la creencia que este tiene de sí mismo. Esta creencia influye, por ende, en sus resultados académicos (y elecciones educativas).
Es decir, este efecto explicaría como unas expectativas positivas de un profesor hacia un alumno (“este alumno es muy bueno, trabajador y eficiente”) pueden hacer que este tenga mejor imagen de sí mismo, provocando así mejores resultados académicos que si estas expectativas fuesen negativas (“este alumno es tonto, un vago, no sabe hacer nada”).
¿Cómo se llegó a esta conclusión?
Rosenthal y Jacobson realizaron un estudio en el cual, de una muestra de alumnado en el cual se encontraban alumnos con diferentes capacidades, se escogió un grupo al azar al que denominaron “alumnado con porvenir” (alumnos más inteligentes, más capaces…) y así se lo transmitieron al grupo de profesorado que utilizaron para este experimento.
Es decir, el profesorado pensaba que ese grupo de niños y niñas tenía mayor capacidad que el resto (y no era tal cosa dado que los alumnos fueron escogidos al azar).
¿Qué encontraron en sus resultados?
Que, efectivamente, aquel alumnado calificado como “sobresaliente” terminó sacando mejores resultados que el resto.
¿Por qué?
Porque el profesorado tuvo actitudes positivas hacia ellos que permitieron que así fuera: mayor apoyo en momentos de duda, feedback positivo, mayores elogios y críticas constructivas…
En definitiva, con este experimento quisieron comprobar la hipótesis de que las expectativas o actitud positiva del profesorado podrían influir positivamente en la autopercepción del alumno o, lo que es lo mismo, generar en el alumno la profecía auto incumplida.
Esto puede demostrar al mismo tiempo que una actitud negativa pueda provocar una autopercepción negativa en el alumno. Esta creencia negativa de sí mismo podría repercutir en su futuro académico y/o profesional.
2. La autopercepción de las capacidades según el origen social
Antes de pasar al punto interesante (spoiler: es el último), vamos a revisar un estudio más reciente (Torrents, 2016) en el que se pretende demostrar si la autopercepción de las capacidades determina la elección del futuro profesional y cómo ello se relaciona con el origen social.
Sabiendo que nuestra autopercepción depende, no solo de nosotros mismos sino del entorno (escuela y familia) es de esperar que las expectativas sobre el alumno determinen su autopercepción y, como consecuencia, sus decisiones sobre qué quieren hacer en la vida.
Es decir, pensando en el alumnado con altas capacidades que no ha sido detectado, si no se sienten válidos, porque así se lo han transmitido toda su vida, tomarán la decisión de no dedicarse a nada que les guste y terminarán no desarrollando su potencial.
Para el estudio de Torrents (2016), en el cual se tomó una muestra de más de 1000 alumnos de centros públicos y privados de Barcelona, se analizaron dos variables:
- Autoubicación especular “¿Cómo crees que te calificarían tus profesores como estudiante?”
- Expectativas de resultados “¿Cómo crees que te irán los estudios este año?”
Se realizaron test de inteligencia estandarizados para poder comparar los resultados con la capacidad real del alumno.
¿Qué resultados se obtuvieron?
VARIABLE AUTO-UBICACIÓN ESPECULAR
En general, el alumnado con mayor capacidad se auto ubicaba entre los mejores de la clase. Sin embargo, al hacer la comparación según el origen social, se observa una subestimación del alumnado de origen social bajo (progenitores sin estudios superiores).
Aunque esta subestimación es más llamativa en el caso de alumnado con capacidades más bajas, también se da en el caso del alumnado con capacidades altas (58% clase alta frente a 43% en clase baja).
¿Qué ocurre al comparar según el sexo?
Se observa que esta relación es muy significativa en el sexo femenino: de aquellas que se encuentran entre el 65-85% mejor de su clase, solamente un 36% se auto ubica por encima de la media si proviene de un origen social bajo, mientras que un 58% lo hace si es de un origen social alto.
¿Cómo se relaciona esto con la elección educativa?
Aquellos que obtuvieron una auto ubicación especular más baja (es decir, que se percibían como menos capaces de lo que eran en realidad) tenían menor voluntad de cursar el bachillerato (diferencia mucho mayor en alumnado de origen social bajo).
VARIABLE EXPECTATIVAS DE RESULTADOS
De nuevo el alumnado de origen social bajo tiene menores expectativas de resultados independientemente de la capacidad.
Pero, para los alumnos con puntuaciones altas, la diferencia en la voluntad de cursar Bachillerato en función de la percepción de las capacidades es mayor entre el alumnado de origen social bajo.
Conclusiones del estudio
- Las alumnas de origen social bajo tienden a subestimarse en mayor medida aún teniendo unas puntuaciones altas (evitan destacar)
- La autopercepción de las capacidades tiene relación con la elección del futuro profesional y con las expectativas de logro (a mayor subestimación menores expectativas de estudiar bachillerato)
- El alumnado de origen social bajo con puntuaciones altas subestima su capacidad, mientras que aquellos con puntuaciones más bajas de origen social alto sobreestiman su capacidad, llegando con ello a mejores resultados y una elección profesional de cursar bachillerato
- La elección del futuro profesional se ve más perjudicada en alumnado de origen social bajo aun teniendo las mismas capacidades que el alumnado de origen social alto
- El alumnado de origen social alto con baja capacidad, sobreestiman sus capacidades creyendo que pueden obtener mejores resultados por el apoyo familiar
3. El efecto Pigmalión en el alumnado con altas capacidades
¿Qué tiene que ver todo esto con las altas capacidades?
Al contrario de lo que se suele pensar, tener una alta capacidad o ser “superdotado” NO es determinante a la hora de percibirse a uno mismo como “capaz” ni tampoco a la hora de elegir futuro profesional.
Sin embargo, como hemos visto, el origen social (independientemente de la capacidad) SÍ es determinante y más aún en el caso de las niñas, que se subestiman en mayor medida.
Relacionando esto con el efecto Pigmalión y, tal y como concluye el autor del estudio anterior, se puede entender que el alumnado de origen social alto opta a mejores resultados y mayores expectativas de futuro por tener actitudes positivas o favorecedoras por parte de familia y profesorado.
¿Qué pasa con el alumnado que no es detectado?
Teniendo en cuenta todo lo anterior, es lógico pensar que un alumno o alumna con altas capacidades que no ha sido detectado, puede NO sentirse o percibirse como “más inteligente que la media” sino como un alumno “normal” o, incluso en algunos casos, como un alumno por debajo de la media.
Por tanto, no tendrá las expectativas de resultados que le corresponden, lo cual puede determinar su elección profesional.
¿Y si, además de no conocer sus altas capacidades, tiene una etiqueta que no le corresponde?
Cuando la etiqueta es errónea…
En ocasiones, el estigma y las etiquetas sociales que se atribuyen a los casos diagnosticados de altas capacidades o a los casos en los que el alumno sobresale aunque no esté diagnosticado, son tales como “listillo/a”, “empollón/a”, “redicho/a”, “prepotente”… entre otras muchas. Son etiquetas que duelen por su connotación negativa.
Pero no podemos negar que, en estos casos, a pesar del rechazo social hacia estas personas, el alumno/a es, muy posiblemente, consciente de sus capacidades, sabe quién es y cuál es su potencial. Claro está que la mella emocional pueda desviar la balanza de manera que la persona se sienta finalmente incapaz de desarrollarse por este rechazo social.
Sin embargo, hay parte del alumnado con altas capacidades que NO tiene la etiqueta que le corresponde, ni positiva ni negativa, simplemente una etiqueta errónea, que puede ser:
- “Hiperactivo” o “disruptivo” en el caso de muchos niños sobre todo. Este hiperactivo/disruptivo por supuesto no contará con la empatía del profesorado que, desconocedor de lo que puede haber más allá pensará que este niño no podrá llegar a nada en la vida porque “con esa actitud…”
- “Vago” o “inutil”. Cuando el aburrimiento es el pan de cada día, puede parecer que este alumnado sea desinteresado o falto de motivación ante el estudio, con las consecuentes expectativas erróneas por parte del profesorado
- “Tonto/a” o “retrasadito/a” (esta última se decía mucho antes, espero que nadie la haya escuchado recientemente porque es bastante ofensiva). Este es el caso de la niña que se oculta. Cuando un alumno o alumna decide ocultar su capacidad o su potencial para adaptarse al grupo puede dar una visión completamente equivocada de lo que en realidad es.
Un testimonio interesante
En un vídeo reciente de TELEMADRID en su programa “eso no se pregunta” me estremeció como una de las protagonistas ante la pregunta de ¿tuviste problemas con tus compañeros en el colegio? afirmaba que NO tenía problemas con sus compañeros y que quienes se lo hicieron pasar peor eran profesores. Y decía lo siguiente:
<<Si ha habido alguien en mi historia académica que se ha metido conmigo por ese tema han sido profesores que, delante de mis compañeros, me decían cosas como: pues luego viene tu madre y dice que eres muy lista, pues esto no te lo has sabido. Y, claro, cuando tienes 10 años y te dicen eso delante de tus compañeros es que quieres que te trague la tierra. Los profesores se supone que son los que te tienen que defender, son el adulto responsable, del que se supone que te tienes que fiar. Es un poco triste que sea el que te da miedo>>.
4. Conclusiones finales
La opinión y las expectativas del profesorado SÍ importan
También las de la familia, sin embargo, el profesorado tiene en sus manos el futuro de una persona que, si ya tiene expectativas positivas en la familia, pueden ser una ayuda de más y, si tiene unas expectativas negativas en la familia, pueden aportar al alumno el apoyo que necesita.
Está más que comprobado como las opiniones y actitudes de los demás nos afectan y, en el tema que nos ocupa, pueden ser tan decisivas como: hacer que se sienta seguro de sí mismo, consecuentemente se esfuerce y obtenga buenos resultados influyendo, con ello, en su decisión educativa, es decir, en su futuro.
Un alumno o alumna que no está motivado, que no se siente apoyado, que recibe mensajes negativos (ya sea listillo o tonto, vago o sabelotodo) por mucho que tenga altas capacidades, ¡NO VA A DAR LO MEJOR DE SÍ!
Asimismo, el hecho de que el alumnado no se sienta capaz y obtenga “malos” o medios resultados, puede dificultar (y de hecho, dificulta) la sospecha de un posible caso de altas capacidades.
Con ello, las expectativas negativas continuarán, el alumno no será detectado y, por tanto, no será conocedor de su condición, lo cual podrá llevarle a tener unos resultados que no corresponden con su capacidad y, por tanto, a una sensación de fracaso, de fraude que le acompañarán el resto de su vida (le vaya bien, mal o regular).
Vamos, que es la pescadilla que se muerde la cola.
¿Qué podemos hacer maestros/as y Pedagogos/as?
Los tres tipos de etiquetas que he mencionado, aunque puedan parecer exageradas, son muy reales y hacen mucho daño.
Ahora más que nunca se hace 100% necesaria la formación del profesorado por parte de profesionales de la educación (Pedagogas y Pedagogos). Porque, por supuesto, el profesorado no puede saber de todo.
Es por ello que la figura del Pedagogo/a en los centros educativos es NECESARIA en relación al apoyo y formación al profesorado, como expertos en la ciencia de la educación.
Asimismo, los profesionales de la Pedagogía debemos hacer pedagogía (valga la redundancia) con este tema y ACTUALIZARNOS constantemente, investigar y estudiar, para poder hacer bien nuestra labor. Igual que hay maestros que no saben de altas capacidades hay pedagogas y pedagogos que también lo desconocen.
Y termino este post largo e instructivo a partes iguales con la siguiente cita:
El sistema educativo se encuentra con una disfunción evidente cuando alumnos con capacidades para acceder a un nivel educativo lo desestiman porque, entre otros factores, perciben que no tienen las capacidades suficientes. Una ineficacia en el desarrollo del capital cognitivo de un país (desde un punto de vista económico), y en el camino hacia una sociedad equitativa en las oportunidades (desde un punto de vista de justicia social).
Torrents (2016)
FUENTES
- Moya, A & Pérez, I. (2018). Expectativas del profesorado hacia los menores que participan en las aulas de convivencia: una revisión de la literatura científica. XVI Congreso Nacional Educación Comparada Tenerife.
- Torrents, D. (2016). La autopercepción de las capacidades: origen social y elecciones educativas. Revista de la Asociación de Sociología de la Educación, 9 (1), p. 78-93.
- Porcar, E., Gimeno, M.E., Balaguer, P. & Aledón, B. (2013). El efecto Pigmalión, autoestima y rendimiento escolar. FÒRUM DE RECERCA, 18, p. 417-422
Gracias, gracias, gracias. Por compartir y alentar a los docentes y profesionales a que se formen en abordaje de niños con ACI, estudie profesorado en educación especial con Orientación en hipoacusia y docencia nivel primario . Sin saber que daría a luz dos maravillosos hijos con este don, que me enseñan día a día y me alientan a que siga preparándome para poder acompañarlos de la mejor manera… es muy triste tener que llegar a la institución educativa con documentos que acrediten que tus hijos necesitan acompañamiento especial por sus particularidades y que se encuentren en completa ignorancia. Soy Argentina y recién ahora por la lucha de padres se está conociendo todo lo inherente a ACI.
Qué bonito lo que me cuentas Noelia. Desde luego los peques tienen mucho que enseñarnos, se puede aprender mucho de ellos y los padres y madres sois su gran apoyo y unos grandes luchadores. Solo falta que los profesionales estemos a la altura, las altas capacidades son una realidad maravillosa y como tal hay que tratarla ¡Muchísimas gracias por tu comentario!